EL BLOG DE ENRIQUE CASANY ALONSO-VILLALOBOS

Nada más lejos de mi intención que aburriros o simplemente poneros, queridos amigos, en el triste deber de leer mi blog para que luego os fustigue averiguando si lo habéis hecho cuando quedemos a tomar unas copas. Simplemente, deseo compartir ciertas impresiones y experiencias con vosotros. Besos y abrazos.

lunes, 5 de diciembre de 2011

SÓCRATES Y LA DEMOCRACIA CORINTANA


Cuando miro hacia atrás y pienso en el año 82, me vienen a la mente algunos de mis primeros recuerdos futbolísticos; recuerdo cómo en España en muchas casas se copraban los primeros televisores en color, o vídeos Beta, para ver y grabar lo que debía ser el momento de la selección española.

No hace falta ahondar en la decepción que con La Roja (aunque por entonces no se la llamaba así) nos llevamos todos. Pero sí merece la pena recordar a un equipo que asombró al mundo con su fútbol. Decía su entrenador, el mítico Telé Santana, que no hay que jugar al fútbol para ganar sino para que te recuerden, y lo segundo ¡vaya si lo consiguió! En aquél equipo que jugaba dando treinta y cuarenta toques seguidos hasta finalizar en gol, estaban Eder, Junior, Zico, Falcao, Cerezo... peor sobre todo, estaba el número 8, el Doctor Sócrates, que a decir de Pelé jugaba mejor hacia atrás que la mayoría hacia delante. Y hacia delante... ¡cómo jugaba! ¡Qué escándalo de elegancia, Señores! desde que lo ví, entró a formar parte inmediatamente de mi grupo del 8 (siempre he tenido por ídolo a jugadores con ese número) con Kubala, Reixach, y posteriormente Schuster, Stoitchkov, Iniesta...

Pero además este culto personaje fue protagonista en su país de un hecho insólito: el de convencer a su club, el Corinthians, de que comenzara a funcionar bajo un régimen de democracia perfecta en el que todo se votaba, y en el que todos eran iguales (futbolistas, directivos, utilleros...). Así, ganaron en 1982 el campeonato Paulista luciendo en sus elásticas la palabra democracia en un país que llevaba 21 años bajo una dictadura militar. Y estalló una corriente que invadió todo el fútbol brasileño, y después Sao Paolo, y después el país entero...

Que descanse en paz el Doctor. Por encima de su tremendo legado futbolístico, queda su legado humano. Me imagino que ahora jugando una pachanga con Garrincha y George Best, y después se irán a tomar unas cervezas. Vivió como quiso, y marcó a un país y a una generación para siempre. Y ese es un Título que muy pocos han ganado.

domingo, 25 de septiembre de 2011

BELA LUGOSI EN MADRID

Cuando un gran actor crea un personaje, corre el grave riesgo de no verse devorado por el mismo; así, un discípulo del Actor´s Studio, seguidor de los Métodos Stanislavski o Strasberg, puede iniciar un viaje astral al fondo del alma a la que emula, viaje del que a veces no retorna.

¿Recuerdan al gran actor transilvano Bela Lugosi? Ya saben que, a base de interpretar al mítico Conde Drácula -personaje de ficción inspirado en la figura de Vlad Tempes Dracula (El Dragón), conocido por sus enemigos turcos com Vlad el Empalador- acabó durmiendo en un ataúd, al igual que su Alter Ego, y convencido de los perversos efectos del ajo y la luz deol sol sobre su persona...

Así, un economista portugués llamado José Mourinho creó un buen día un personaje llamado igual que él: José Mourinho. Este economista aficionado al fútbol al que su amistad con el gran entrenador inglés Bobbi Robson, y el fichaje del mismo por el Barça, convirtieron en un personaje público; este gran estudioso del fútbol y de la psicología del ser humano; este hombre inteligente y manipulador, capaz, tal vez sólo como fue capaz Rasputín, de convencer a quienes le rodean de su particular visión de la realidad y de sus teorías, por estrambóticas que fueran; este gran actor, en resumidas cuentas, creó, sobre todo a raíz de su llegada al Chelsea tras devolver al Oporto a la gloria europea, un personaje despiadado, manipulador, paranoico, histriónico, maleducado, déspota, inquietante, al que utilizó para ocultarse tras él. Era como un William Wilson que se llamaba igual que él y tenía su mismo aspecto, como un Hyde que aparecía sólo en público, controlado por el Jeckill que realmente era José.

Pero, a medida que iba interpretando a este personaje, el mismo le fue devorando, y José terminó durmiendo en el ataúd al igual que Lugosi...¿Será capaz Mourinho de despertar de su sueño de ser realmente el personaje en el que se ha convertido, o quedará hasta el final de sus días dominado por el personaje que creó? Ojalá despierte, y no muera, como Bela, convencido de que es un personaje inmortal, y parodiado por quienesle rodean.